martes, 14 de octubre de 2008

Alegría Geométrica

Dicen que la alegría radica en la anticipación y en el recuerdo. Esto es sólo cierto de forma parcial, porque en mi mente la alegría tuvo un tercer grado. Uno raro. Que vivió en el cerebro y el cuello, cuando todo a mi alrededor fue, por unos breves instantes, simplemente perfecto.

El sol esa mañana era intenso. Se colaba por la ventana dejándome sola en medio de la luz. Estaba quieta en la cama, vagando entre pensamientos vírgenes arrancados de las memorias del sueño.

Al verlo me sobresalté. Después lo miré con detenimiento y calculé que tendría un metro de longitud. Parecía estar constituido por cápsulas geométricas semejantes al papel viejo, por un compendio de segmentos largos y convexos. Estrecho en la cola, ancho en los hombros. La cabeza era pequeña pero distinguible. Tenía ojos, o más bien un facsímile de éstos que llamaban la atención por la lógica de su forma más que del color. Debía de haber salido de algún mueble. Se arrastraba por el suelo, ciego, sin intención aparente.

Recuerdo entonces haber sentido esa incontenible alegría que viene de lo inmediato. Tenía todas las variables bajo mi control. La satisfacción me invadió como un golpe de adrenalina. Sentí excitación y miedo. La visión me provocó un placer que procedía de la mezcla de sentir que perteneces y del riesgo de perpetuar adonde perteneces.

viernes, 3 de octubre de 2008

Dos/Una

Aura es anómala. Una mujer que afirma su valor rechazando la venta de sí misma, que abraza el contrato de moralidad. Una persona seria. Comedida y discreta.

Aura también sabe que puede llegar a ser obscena de manera hiperbólica. Es entonces cuando deja de observar como Aura y empieza a mirar como Ariel.
En una sociedad organizada por obligaciones contractuales, el acto de Ariel representa el único modelo posible de mujer honesta.

Aura desparece. Es un proceso muy simple: al desvanecerse una cara, se produce otra. No al estilo Dorian Gray, más bien hay que poseer la cualidad de olvidar selectivamente quién se es.

Es cierto que no siempre es fácil ocultar a Aura de la presencia de Ariel. Cuando aparecen juntas el resultado es catastrófico. Surge una relación especular tremenda y ambas ven el reflejo de un ser repulsivo. Por separado, sin embargo, son encantadoras.

Un día en que aparecieron las dos, Aura se dio cuenta de que el reflejo de Ariel no le molestaba y eso la entristeció tiernamente.

The betrayal of images

The betrayal of images
no te fies de lo que veas, de lo que oigas, de lo que sientas...