No soy un cuerpo, ni una cara, ni unos labios, ni unas manos, soy yo, un aura. Como tal, soy la de ayer, la de las fotos de ayer y las de mañana, que se juntan en el hoy que tú no ves pero que sabes y reconoces. Si me extrañas es por eso, porque cuerpos los encontramos en todos los sitios, siempre hay cuerpos perfectos, dispuestos, abiertos, al goce, al tacto, al deseo, pero cuando tú me tocas y me ves, tocas y ves todo eso y mucho más, porque me tocas a mí, al aura.
Y sin embargo... el placer.
2014 in review
Hace 10 años