lunes, 19 de noviembre de 2007

El suelo estaba cubierto de muñecas rotas. Ruth intentaba abrirse paso. Le causaba cierto malestar pisar brazos, ojos, pechos. Inertes como parecían. Vivos como estaban. Las máscaras grotescas de su infancia volvieron a la memoria aquella noche. De repente una de las cabezas esparcidas en el suelo se volvió hacia ella, abrió los ojos de plástico y pestañeo tristemente. Ruth la miro incrédula. La boca de aquella cabeza se encontraba en el lado opuesto de la habitación y alguien había dibujado una cremallera en los labios. Fue entonces cuando entendió que esa muñeca era ella.

sábado, 10 de noviembre de 2007

Eleanor se miro las manos con manchas rojas. No se acordaba bien de que era lo que había pasado. Matar a un cangrejo estaba dentro de los limites de lo aceptado. Matar a su marido estaba dentro de los limites de lo insospechado. De todas formas, pensó Eleanor...¿Cuál era la diferencia? Ambos eran carnosos, de caparazón impenetrable y caminaban hacia atrás.

sábado, 20 de octubre de 2007

BELLI

Siento que me voy alejando, que voy saliéndome poco a poco de esta realidad de las mañanas y las tardes y voy entrando a un mundo que estoy construyéndome con mis deseos y mis ansiedades y todas las cosas reprimidas que empiezan a querer salírseme y que me empujan, casi sin darme cuenta, en la incertidumbre, allí donde deberé quedarme sola, donde me da miedo ir porque sé que tendré que asumir toda la responsabilidad del haberme dado cuenta, del saber que no todo es aire y agua y pan y leche y que hay algo más que nos rodea, que está en la atmósfera, que nos persigue y espera para envolvernos en esa belleza dolorosa que quisiéramos compartir y acercarla a los demás pero, al contrario, nos aleja, nos hace sentirnos irreales, diferentes, como que acabáramos de nacer a un mundo que no conocimos hasta entonces o como que hubiésemos llegado de la estrella más cercana o de la más lejana y estamos abiertos totalmente a las hojas, al ruido, sintiendo derramarse la vida, sintiendo que nos acercamos a esa, la verdadera realidad, aunque todos crean lo contrario y nosotros no podamos explicárselo.
g.b

jueves, 18 de octubre de 2007

Borrachera a las tres de la mañana

You had a weeping doll
walking upwards
walking in spirals

up were crystal ladders-
-leading nowhere.

why walketh this doll
whenst she would fall
to what she will not
show were

she walked feeling
her hands bleeding
the uncertain cold of night
if she would fall or not
w-a-s-n-o-t-t-h-e-q-u-e-s-t-i-o-n

what lack of sight
did her feet incite
to answer without the question

perhaps myopia,
or the distorted reflection
of those crystal ladders
making images
to be
easily metamorphosed

it was a dream
of uncertain glory
that led this doll to
dance her story
perhaps a lie her eyes proposed

but you did not known
her eyes
mirrored the moon
her nocturnal dance
dissolved
into white paper


perhaps our doll
she looked too soon
let her perversions shape her
she can in ease cleanse her heart
in the lying white of paper

our doll’s heart polluted
with an incurable disease
which couldn’t be cleansed
without becoming
not a princes
a queen.







*****







Preferiría ser un gato. Todo sería mucho más fácil.

martes, 16 de octubre de 2007

Tendría que escribirlo hoy pero hoy soy incapaz de escribir para mí misma. Pienso en un segundo indefinido y posiblemente en un tercero. Así no hay quien respire, quien se mire o quien viva. Así no hay nadie quien le escriba.

sábado, 6 de octubre de 2007


¿Sabes que


llueve, llueve, llueve, llueve,
me relaja esta lluvia, me envuelve
en la ventana,
tiñendo el ambiente de

Jazz?

domingo, 9 de septiembre de 2007

Hoy le he visto caerse por la ventana. Nunca fui tan pura.
Mientras contemplaba su cuerpo deshecho en el suelo, convertido en una mierda absoluta, mientras lo miraba agonizar, rocé el filo de mi ser, toqué la esfera luminosa y me sentí por vez primera como yo era.

miércoles, 5 de septiembre de 2007

salgo mal en las fotos

No soy un cuerpo, ni una cara, ni unos labios, ni unas manos, soy yo, un aura. Como tal, soy la de ayer, la de las fotos de ayer y las de mañana, que se juntan en el hoy que tú no ves pero que sabes y reconoces. Si me extrañas es por eso, porque cuerpos los encontramos en todos los sitios, siempre hay cuerpos perfectos, dispuestos, abiertos, al goce, al tacto, al deseo, pero cuando tú me tocas y me ves, tocas y ves todo eso y mucho más, porque me tocas a mí, al aura.

Y sin embargo... el placer.

viernes, 31 de agosto de 2007

Estaba en una ciudad indefinida. Podría ser una mezcla entre Avilés, Edimburgo, Londres y Nueva York. Algunos amigos habían venido a visitarme y yo tenía muchas ganas de enseñarles ese espacio que recurre en mis sueños y que podría estar en la ladera Oeste de Arthur Seat si yo no supiese que en el fondo es un espacio inventado. Es un pequeño islote, quizá un aluvión. En él hay cuatro rocas cubiertas de musgo verde y las cuatro tienen forma circular. Casi son circunferencias perfectas. En la roca del medio hay un agujero lo suficientemente grande como para que dentro de él haya una bola del mundo. Una de esas bolas del mundo que se ven en las bibliotecas viejas, llenas de mapas y cartas esféricas que algún energúmeno roba de cuando en cuando. Creo que es el sitio más increíble que he visto en mi vida. El agua es de un azul ciaño, y brilla tanto como el musgo de las rocas. Sientes allí tu cuerpo y sientes el sonido del cuerpo. Da la sensación de que estuvieses acercándote al sol. Cuando estás a punto de llegar y sentir el calor, el sonido del sol es tan monumentalmente alto que sólo puedes sentir el silencio. Algo así es este sitio.

Después nos fuimos de bares. Había que cruzar un túnel para llegar al centro de la ciudad, que se empeñaba en mezclarse en cuatro y confundirme. Era un túnel parecido a esos que salen en una película que no identifico, pero sé que tiene musgo por las paredes. O vegetación invasiva de algún tipo. Entramos en un bar que frecuento, no recuerdo el nombre. Está en una plaza. Quizá es una mezcla de otros bares que he inventado, o que no conozco pero conoceré.

Alguien de la mesa de al lado me dijo que en la barra tenía unas cartas esperándome. Fui a buscarlas y eran de México. Tenían sobres de papel sedoso, con gusanos, calaveras y colores. Decían, una tras otra, que tenía que volver al trabajo. Deje mi copa de ginebra a medio beber y me fui a hasta el despacho. Por aquellos entonces hacía yo un estudio sobre las ruinas de un barco pirata que estaba hundido en la bahía de una ciudad escocesa, muy al norte. Me desperté cuando estaba pidiendo los papeles de permiso para bucear hasta el camarote presidencial del barco a un viejo bucanero que estaba sentado en la biblioteca de Divinidad. Toda ella era de madera, y la pipa del bucareno la cubría de niebla fina.
Me gusta el silencio que hacen los pies desnudos al pisar una superficie plana.
El silencio de una gota de agua deshaciéndose en el aire.
El de tus ojos, mirando silenciosos la noche.
El silencio del pensar furtivo y el de las horas etéreas que se mueren a mi alrededor.
El silencio cuando bajan los párpados sobre las pestañas,
el sonido de una guitarra de jazz.

jueves, 30 de agosto de 2007

Llevábamos una media hora hablando. No recuerdo en qué preciso momento todo empezó a sufrir graves trasformaciones. Tus palabras se enlazaron con las mías, se pegaron las unas a las otras, se entremezclaron de forma tan fuerte que, tirando poco a poco de mi lengua, el resto de mi cuerpo la sucedió a través de la línea telefónica. Fluuuup! Me engulló. Al principio me encontraba un poco apretada, mareada por los cortocircuitos, con esa sensación de claustrofobia que puede provocarle a una el viajar dentro de un hilo de plástico. Al cabo de dos eternos minutos aparecí en Moscú, allí estabas tú, dulce y tentadora, con la sonrisa pintada de rojo Burdeos, sentada al lado del teléfono y riéndote de tu brujería.

martes, 28 de agosto de 2007

RAYUELA

Toco tu boca,
con un dedo
toco el borde de tu sonrisa.
Voy dibujándola como si saliese de mi mano
como si por primera vez
tu boca se entreabriera.

Cierro los ojos- deshago el camino recorrido,
y recomienzo
veo nacer de nuevo la boca que mi mano elige
dibujar en tu cara

Una boca que coincide con el dos
que sonríe por debajo de la tiza

Me miras con ojos que yo no he trazado
los ojos agrandándose
delinando el circulo último
la comisura de tus labios

Se miran los ojos
y respiran confundidos.

Las líneas se encuentran por debajo de la casilla tres.
Tiro al cielo-
la piedra no llega a tu boca.

lunes, 27 de agosto de 2007

Hoy comienza el viaje, todavía no existe el origen ni el destino.

The betrayal of images

The betrayal of images
no te fies de lo que veas, de lo que oigas, de lo que sientas...