miércoles, 18 de junio de 2008

Alicia, desde el otro lado.

Sus ojos son negros. Y rojos. Los abrió al cruzar a través del espejo.
Se perdieron en túneles estrechos, detrás de la pantalla de la representación.

Iluminaron una noche decadente, donde los hechos inalterables están escritos llueva o haga sol. Escritos en blanco y negro, o en negro y blanco, dependiendo si se escriben en pizarra o en papel. En todo caso, el color no cambia.

Miraron llenando la noche de música silenciosa, justo en ese momento en el que las cosas no están aún congeladas, muertas.

Los vio a todos, perdidos. Les habían quitado sus puntos de referencia. ¿Cuál es la diferencia entre un amigo y un no amigo? ¿Entre una virgen y una puta? ¿Entre la persona que deseas y con la que te acuestas? ¿Entre una mujer y otra mujer? ¿Entre tu cuerpo y el cuerpo que utilizas para el placer?

Sin duda este es el momento en el que Alicia tiene que mirar, sólo queda ella en el país de lo real.

The betrayal of images

The betrayal of images
no te fies de lo que veas, de lo que oigas, de lo que sientas...